Día de San José

Nuestro Instituto y toda la Familia Lasaliana hemos sido convocados por nuestro H. Superior, Robert Schieler a unirnos a todo el Pueblo de Dios en la celebración del Año dedicado a San José también como Patrono y protector nuestro.

Coincide también que en este 2021, la ONU lo dedica al “Año de Erradicación del Trabajo Infantil en el mundo”. Desde este contexto, la figura de San José motiva nuestra reflexión puesto que “cada persona necesitada, cada pobre, cada persona que sufre… son el Niño que José sigue custodiando” (Patris corde, 5) y, en el contexto del Covid-19, bien podemos recordar a José como protector de “los indigentes, los necesitados, los exiliados, los , los pobres, los afligidos, los moribundos” (cf Patris corde 5) y sin olvidar nuestro compromiso de “estar atentos a defender los derechos de los niños y los jóvenes” (R 17,1) especialmente a los pobres y más vulnerables (cf. R. 11)

Lo hacemos también en el contexto de la celebración de los 330 años del Voto Heroico, el 21 de noviembre de 1691. Hace algunos años, el H. Yves Poutet, sugirió que cometimos un gran error al establecer una tradición, que no desaparecerá, al llamar a este compromiso el “Voto Heroico”. Consideraba que debiéramos haberlo llamado como “Voto de Fundación”. De la misma manera que, en un momento de gran inestabilidad, el voto de Jean Jacques Olier en su fundación del Seminario de Saint-Sulpice fue fundacional, también lo fue para San Juan Bautista de La Salle y Vuyart y Drolin el 21 de noviembre de 1691.

Desde esta perspectiva, Podríamos pensar en San José como el fundamento espiritual del Instituto. Escribe nuestro Fundador: “A ti también se te ha encomendado, como a San José, una obra santa, una obra muy parecida a la suya y que exige que tu piedad y tu virtud sean más que ordinarias”. (MF110.1) Nuestro trabajo, al igual al que se comprometieron De La Salle y sus compañeros, requiere un fundamento basado en las virtudes de un padre y esposo para su familia: comportamiento justo, obediencia ante Dios, cuidado y tierno amor.

El Año de San José, se convierte en un excelente medio para seguir construyendo caminos que transformen vidas desde la utopía del Reino. A él invocamos “por ser el Patrono y el Protector de la Sociedad, persuadidos de que tiene gran influencia ante Dios” (EMO 10,240).

Te invitamos a leer y compartir nuestro “Boletín Pastoral”.

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