Desde el pasado mes de marzo la campaña de solidaridad “Un Sueño es posible” ha motivado a todos los miembros de la comunidad educativa lasallista de Huehuetenango, a contribuir con la donación de alimentos no perecederos, granos y víveres para poder apoyar a familias con menos oportunidades de comunidades locales, vecinos, asociaciones y personas que de una u otra manera necesitaban de la solidaridad de todos.
En el desarrollo de la campaña ha sido motivante ser testigos de la generosidad de muchas personas que, desinteresadamente, se unieron y contribuyeron. Sin duda alguna, esto es solo posible gracias al gran corazón de los padres de familia, estudiantes y colaboradores de la Obra.
Seguimos exhortándoles a que, ya sea con esta y otra campaña no dejemos de ayudar y ser solidarios, siempre habrá alguien que nos necesite y si en nuestras manos está, no dudemos en ser fraternos, empáticos y sensibles ante las dificultades que nuestros hermanos atraviesan.